Por Nadia Brenda Salva
¿Cómo organizas tu día sin caer en situaciones de agotamiento, sobretodo porque tenés el programa en Blue muy temprano, y el noticiero a ultima hora?
Y no es fácil organizar la vida cuando esta uno esta todo el día atado a mismo tema que tiene que ver con la información y con la necesidad de estar actualizado siempre, permanentemente. En algún momento yo necesito estar con los pies en el pasto en el fondo de mi casa. Aunque sea 10, 20 o 30 minutos. Ese es mi contacto con la tierra, el desestresss. Para poder afrontar después la realidad, que sigue siendo dura.
Literalmente vos estás descalzo en el jardín de tu casa.
Exactamente. Sentado tomando mate, o hablando con mi mujer, o jugando con mi nene a la pelota. Ese es mi dessestres. En invierno tiene que estar el hogar prendido, y escuchar ese ruidito de chisporroteo. No es fácil, porque cuando voy al trabajo en el remis, trato de relajarme antes de empezar el noticiero, tomarme 5 0 6 minutos de meditación. Dejo que la mente fluya con cualquier cosa cerrando los ojos. Familia, trabajo, amigos, el ultimo gol, nose…lo que sea! Dejo volar. Estoy aprendiendo a dedicar un minuto para mí, el minuto donde vos te sentás y respiras. Escuchar tu propia respiración, y con eso volás. Y solo es un minuto, nada más. Pero esto no es nada con respecto a la locura y el stress que uno tiene, no es nada del otro mundo. Es llegar a vos mismo y buscar tu paz interior aunque sea momentánea. Pero no lo hago bien, ese es mi sueño y también mi desafío.
Cuando te vemos en TV, se te nota tranquilo, parsimonioso, con cierta paz. Y a la gente le gusta recibir eso.
Si, y la verdad es que soy todo lo contrario. Un hiperactivo, un enfermo, un loco. Y es porque estoy terminando mi día laboral. Yo estoy comenzando a la noche, y termino ahora, a las 12 del mediodía después del programa radial.
¡Comenzás tranquilo y terminas a full!
Claro, es lógico también. Porque estas con el cansancio natural y además yo soy un tipo hiperactivo, yo transmito esa paz, pero por dentro voy a mil. Yo estoy diciendo lo que tengo que decir, respondiendo mails, mandando mensajes de texto, todo en el mismo instante. Vos me llamas al noticiero y yo te respondo al instante.
Yo veo la luz roja, y me tranquilizo. Se que soy raro. No se si esta bueno o malo, eso es algo propio de uno. Yo soy un fanático de Elvis Presley. El, allá en 1953, le fue a grabar un disco a su mama. Y en la discográfica, cuando el se presenta, le preguntaron “¿y tu a quien imitas? El respondió, yo no imito a nadie. No me quiero parecer a nadie. Y así soy yo.
Muchos coinciden en que tu reconocimiento como periodista reside en un nuevo estilo de conducción, en los noticieros, ¿Crees que se impondrá el estilo Lapegüe?
Yo creo que si. Pero no es el estilo Lapegüe, es un estilo más descontracturado. Ya telefe esta haciendo lo mismo con Pavlosky. El mismo canal 13 también lo esta haciendo. Yo al principio tuve mucha crítica, obviamente porque cuando vos modificas una estructura provocas una especie de mini temblor y eso genera crítica también. En el propio entorno, no? ¿Cómo vas a decir eso? Vos estas loco! Si, si. Estoy loco pero soy sana. Me acuerdo cuando dije “No cabecees”, me llamaron y me dijeron, vos no podes decir eso. Pero de a poquito se fue imponiendo porque la gente lo fue aceptando. Yo fui 15 años movilero y 5 años de productor, había hecho todas las escalas, asistente, productor, productor ejecutivo, cronista, movilero, y cuando me toca la etapa de conducción, me dije, “esta no me la voy a perder” y me dan la noche que es el peor horario. Entonces me dije, “tengo que hacer algo para que yo mismo me vea”.
Ojala que sean los noticieros así, que se diga la verdad, que vos digas las noticias duras, eso va a ser que vos seas creíble, con la información. Pero un poco de descontracturado no viene mal, porque la noticia es muy dura.
¿Cómo surgió el juego de prender y apagar las luces en la ciudad?
De casualidad. En un momento, estábamos mostrando imágenes de la ciudad, el año pasado. Y veo un edificio que justo apaga la luz, y dije al aire “¿Podes creer que te acabo de ver a vos que apagaste la luz?” Y la volvió a prender. A los siete u ocho meses “El Rifle” me propone el juego de apagar y prender la luz. Hasta que empezaron a jugar, y de repente me llegaron mails de todo el mundo diciendo que ellos prenden y apagan. Por eso ahora se nos ocurrió que nos manden imágenes de prender y apagar, porque si vos estás en Calamuchita y no tengo cámara para mostrarte, vos mismo te mostrás. La verdad que estoy solo en esto, porque no tengo una estructura firme del canal, para apoyarme con promoción o algo. No quieren nada.
No tendrás apoyo del canal, pero si de mucha gente. Tal es así que tenés hasta fan clubs, como las Lape Lovers!
Y en Facebook tengo 9000 seguidores, en “Yo lo banco a muerte”, y después hay como 12.000 más en otro sitio. Y no lo puedo creer, porque soy periodista. Se que esto tiene que ver con la consecuencia, con la perseverancia fundamentalmente. Yo quiero ser conductor desde hace 15 años, la verdad es esa. Pero tal vez si hubiese comenzado hace 15 años, no me habría ido bien. Porque vos vas aprendiendo con el tiempo, y vas poniendo ladrillos sobre otros, y vas armando una estructura sólida, bien fuerte. Yo veo como muchos se sientan en la conducción muy jóvenes, y tal vez van haciendo el aprendizaje sentados ahí. Pero en este medio, cuando vos hiciste las cosas mal, desapareciste muy rápido. Yo creo que vino justo, a pesar de que tengo 43 años, podría haber empezado a los 35. La mayoría de los conductores tiene 28 o 30 de los que empiezan. Pero hice las coberturas de la calle más trascendentes. Esta bueno porque tengo una historia para contarle a mis hijos, enorme, de todo lo que he vivido, desde la AMIA hasta la explosión de Río Tercero, el tiroteo a Ferreyra, el avión que se cayó en San Pablo, la muerte de Fran Sinatra. Imagínate en 15 años todas las distintas coberturas que tuve. Las tomas de rehenes, los asaltos. Soy un gran remador.
¿Qué programa te negarías a conducir rotundamente?
No se, pero ¿Sabes donde me veo? En un programa tipo Sorpresa y ½. Me veo parecido a Julian Weich de alguna forma. Esa buena onda, la relación con la gente, me veo bien con eso. Me veo bien en el lugar de Nico Repetto cuando tenía ese dialogo con la gente, me veo bien en el papel de Guinzburg con el papel de la joda, la ironía, me veo bien en el lugar de Pergolini haciendo CQC. Me veo bien en todos lados. Nunca en el de Peluffo en la casa de gran hermano.
¿Te ha sucedido terminar un programa y quedarte pensando en la estupidez que dijiste?
Me ha pasado muchas veces. A veces digo cosas que no tengo que decir. Me arrepiento. ¿Sabés porque? Porque estoy escribiendo un mail, mandando un mensaje de texto, y de repente me dicen “Faltan 5 Lape”, y cuando estoy al aire, lo que me imagino lo digo, en el momento. Y a veces digo cosas que no quiero decir. Y si me arrepiento.
Supongamos que estamos por arrancar el programa “Almorzando con Sergio Lapegüe, ¿Quiénes serian los invitados de tu primera mesa?
Lo invito a Mario Mazzone, sin duda lo invito a Elvis Presley, a Mirta Legrand. Preguntándole porque nunca me invitó, sabiendo que mi respuesta igual sería que no. (ríe). Tengo mucha gente, sin dudas sería una mesa larga y loca. Sentaría a Cristina, a Charly al lado de Elvis.
Escuchándote cantar muy bien, me gustaría saber cual es tu relación con la música
Por ahora es limitada por mi falta de tiempo, pero tenia varios grupos. Fue manager de uno, Los Valiants. A veces me subo al escenario a cantar por audaz, pero en realidad soy el manager. Pero me gusta cantar mucho. Además de tocar la guitarra y el piano. También me dicen que la música a mi carrera le quitaría seriedad, lo cual me parece dos cosas totalmente distintas. La música es la música y las noticias son las noticias.
Un hombre se transforma en hombre cuando…
Cuando es padre y ejerce como padre.
Un lugar en el mundo donde te refugias…
El césped de mi casa, en el fondo.
Un momento de audacia…
Cuando estoy en una moto de agua saltando por el mar y volando por el aire.
Un momento de miedo…
El primer día que salí al aire en vivo.
Por ultimo, ¿Cómo va la vida?
Mi vida va en el tren bala, todavía no pude parar en ninguna estación। El tren bala está en búsqueda de la felicidad, y tal vez la felicidad esta arriba del tren. Pero no me di cuenta.
Esta especie de blog lleva más de tres años on-line, en principio la idea era subir textos, esos que no se publican en ningún lado y que por momentos parecen importantes para quien lo escribe. Pero de pronto, el formato cambió y ahora es un compendio de notas que flotan por ahí. En la web, en algunas páginas, en envolturas de huevos.