Hoy, verdaderamente me cansé. Estoy re podrida de esperar que alguien haga algo. Eso nada más. Que alguien haga algo! Una vez me dijeron que con sólo esforzarse un poquito, las cosas sobresalían de las demás. Porque vivimos en un mundo de la comodidad, sin esforzase, sin levantar el traste, sin transpirar una gota de sudor.
El que apenas se mueve, ya llama la atención. Y estoy podrida de llamar la atención. Tratando de acaparar la mayor cantidad de actividades y olvidarme de cuales son mis verdaderas necesidades espirituales, tantas que hasta me da temor enfrentarme con el silencio y la soledad.
A muchos le pasa eso, tratando de escapar de uno mismo, se terminan perdiendo en la muchedumbre, y pasan desapercibidos.
La locura por querer todo es agotadora. La espera también.
