El 28 de Junio, la mayoría ciudadana votó contra el actual gobierno y se creó la ilusión que la guerra estaba ganada. Lo que convocó a la mayoría fue el espanto ante los abusos presidenciales. El tiempo transcurrido hasta Noviembre de 2009, muestra amargos frutos políticos.
La dirigencia que gobierna es una minoría belicosamente organizada, que no tiene límites morales para extorsionar y comprar opositores, como está sucediendo; son poderosos, corruptos y combativos. La oposición es un conjunto de dirigentes de agrupaciones, políticamente incompatibles y potencialmente infieles y vendibles. La guerra la gana la minoría organizada.
No hay oposición porque la mayoría ciudadana carece de un Mensaje que la convoque, precisando:- el camino a seguir para que nuestro país sea rico y se elimine la pobreza;- las medidas para combatir la corrupción, la inseguridad pública, y que se respete la ley;- que se elimine el presidencialismo autocrático y se restablezca la forma de gobierno republicana, representativa y federal.
La mayoría silenciosa es espectadora de la perversa movida política. Las dirigencias fueron votadas por esa mayoría, pero no la representan, lo que genera el descrédito de la “Política”, tema peligroso porque pone en cuestionamiento las bases institucionales de nuestra organización social.
Dr. Marcelo Castro Corbat
La dirigencia que gobierna es una minoría belicosamente organizada, que no tiene límites morales para extorsionar y comprar opositores, como está sucediendo; son poderosos, corruptos y combativos. La oposición es un conjunto de dirigentes de agrupaciones, políticamente incompatibles y potencialmente infieles y vendibles. La guerra la gana la minoría organizada.
No hay oposición porque la mayoría ciudadana carece de un Mensaje que la convoque, precisando:- el camino a seguir para que nuestro país sea rico y se elimine la pobreza;- las medidas para combatir la corrupción, la inseguridad pública, y que se respete la ley;- que se elimine el presidencialismo autocrático y se restablezca la forma de gobierno republicana, representativa y federal.
La mayoría silenciosa es espectadora de la perversa movida política. Las dirigencias fueron votadas por esa mayoría, pero no la representan, lo que genera el descrédito de la “Política”, tema peligroso porque pone en cuestionamiento las bases institucionales de nuestra organización social.
Dr. Marcelo Castro Corbat