Los datos que voy a contar en el siguiente relato son resultado de una tarde pensativa en la que me transformé una feminista asquerosa ¿Por qué? Simplemente porque soy mujer. Rencorosa y carente de puntería para el hombre perfecto. O casi perfecto. A veces me pregunto, ¿un hombre perfecto es una mujer disfrazada? No lo sé. Nunca pude comprobarlo, pero aquí van mis conclusiones sobre experiencias pasadas al lado de un manojo de testosterona.
1.El 90% de los hombres cree que la mujer es lo que rodea a la vagina. El otro 10% es virgen. O ciego.
2.El 50% de los hombres pueden llegar a gastar grandes cantidades de dinero para lograr llevar a la cama a una mujer.
3.El 70% de los hombres buscan a una mujer que se parezca a su madre. O sea, que cocinen, laven y planchen igual que ella.
4.El 80% de los hombres creen que una mujer atractiva es tonta y una mujer fea es inteligente.
5.El 65% de los hombres creen que los accidentes automovilísticos son producto de una mujer al volante.
6.El 75% de los hombres creen que una mujer jefa es lesbiana y forma parte de la barra brava de Nueva Chicago.
7.El 95% de los hombres se fijan en una mujer primero en las glándulas mamarias, si son más grandes que su puño es aceptable. Si son igual a dos huevos de gallina dirigen la mirada a la parte trasera de la mujer. Y si esto es igual a una tabla de planchar pasan a mirar a la mujer de al lado.
8.El 85% de los hombres creen que una mujer que tiene mal humor, tiene pésimas relaciones sexuales. Y el otro 15% creen que le vino.
9.El 99% de los hombres cuando se deprimen cambian de mujer sin dejar a la anterior. Y cuando cumplen los 40 esto se convierte en ley fija.
10.El 100% de los hombres afirman que el deseo constante de tener sexo es meramente una necesidad biológica que debe ser saciada.
Bueno, no queda mucho margen de discusión, a menos que encuentre a mi príncipe azul que me quiera tal cual soy y deje de decirme: “Yo a vos te veo con bigote, sos mi mejor amiga”.